miércoles, 27 de febrero de 2013

No hay nada que quieras contarme que no me apetezca saber


Tengo ganas de ir a la playa, tirar la toalla, quitarme la ropa como si me estuviesen cronometrando y tuviese que hacer el mejor tiempo. Hacer lo que hago siempre, ir corriendo a la orilla y zambullirme en las olas mientras tú me observas flipando con que a alguien le haga tanta ilusión el primer baño de cada verano. También tengo ganas de los viajes a Calatayud en coche escuchando música y cantando como locos, gracias a ellos hay mil canciones que me recuerdan a ti. Echo de menos ir al Pollo Bravo a cenar y que tú te rías de mi porqué no se comer un bocadillo de calamares sin mancharme. Últimamente recuerdo tantas noches en el Desastre y el Devizio que los recuerdos se amontonan en mi cabeza y consiguen sacarme una sonrisa, hace ya demasiados meses que no tenemos una de esas "noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno" que tanto nos gustan. Me gustaría contarte cada día como me van las prácticas y que tú me cuentes tus cosas, me gustaría poder llamarte cada noche para darte las buenas noches, echo de menos hasta la temida rutina.

Tengo ganas de que sea verano para poder sentarme en la arena de la playa a conversar contigo mientras vemos la lluvia de estrellas de cada año. Porqué todo parece más sencillo cuando tú estás cerca, cuando cruzabas el río para abrazarme, sacarme una sonrisa y despejar mi mente de problemas ajenos a esos instantes, porqué me has ayudado a quererme más a mi misma y a aceptarme como soy, por esas miradas que lo dicen todo, por enseñarme a luchar por lo que quiero, por los días de playa, por los viajes en coche.... por todas esas pequeñas cosas que recordaré siempre. 

¿Sabes qué? Tengo ganas de verte.

martes, 26 de febrero de 2013

Caótica.


Me levanto destemplada todas las mañanas entre excusas disfrazadas, aunque lo que me hace levantarme con energía es darte los buenos días a ti. Hace frío y tengo que abrir la ventana para ventilar todas estas inutilidades mentales aferradas antes de hacer la cama. No entiendo porqué últimamente no sueño despierta antes de dormirme, con lo que me gustaba hacerlo.

¿Por qué te engañas, si no hay nada más incomprensible que tú? Razonamiento inconexo, no quiero, no puedo, no debo, no antes, no ahora, no después. Nunca, por favor.

Y en la frontera entre el acuerdo y el desacuerdo, he incautado mis acciones.

lunes, 25 de febrero de 2013

Así de sencillo




Ahora viene cuando debería aprender a ir aterrizando y desenvolver todas esas noches que no vamos a tener, vete preparando, se lo que nos va a pasar: Vamos a evitarnos, vamos a desarropar todos los abrazos, vamos a jugar a esperar a ver quién deja antes de llamar cuando todo vaya mal. Sigues esperando que suceda algo que nos acabe separando, drama y solución de nuestra batalla de cabeza y corazón, sigo peleando pero... ¿ves lo que nos va a pasar? vamos a desaprender todos nuestros secretos, vamos a esperar a que el tiempo y el olvido hagan su trabajo, no debemos arriesgar porqué, al fin y al cabo, eso es lo que nos va a pasar.

domingo, 24 de febrero de 2013

Olores.




Me gusta el olor de mi casa al volver de vacaciones, nunca me doy cuenta de que tiene un olor característico hasta que paso tiempo lejos, realmente lo que me gusta es los sitios con olor propio, como pueden ser las papelerías o las tiendas de chuches. Me encanta el olor a gofres y tortitas pero detesto su sabor. Me gusta el olor de los libros nuevos cuando los abres para empezar a leer. Me gusta el olor que impregna mi cama después de compartir mis sábanas, supongo que me refiero a los olores errantes. Detesto oler a comida cuando subo por las escaleras a casa y no me gusta el olor fuerte de los ambientadores. Me encanta el olor del mar. Me gusta el olor a pan recién hecho del supermercado de la esquina. Me gustan los olores que no saben a qué o a quién te recuerdan. Me gusta que la gente me diga que cuando huele la colonia ultraviolet de Paco Rabanne le recuerda a mí. Me gusta mucho el olor que se queda en la cocina después de haber hecho palomitas. Me encanta la gente que le huele el pelo a champú. Odio el olor a lavanda sobre todo cuando la ponen en los armarios y mi ropa se impregna de ella. Me gusta mucho recordar a la gente por su perfume. Me encanta ponerme colonia Nenuco después de ducharme porque me trae muchos recuerdos. Adoro el olor a té de canela pero detesto el olor del té rojo. Odio el incienso. Me encantan los chicos que huelen a Le Male de Jean Paul Gautier. Pero sobretodo adoro el olor a tierra mojada.



viernes, 22 de febrero de 2013

Palabras antónimas



Debemos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos más, hasta que comprendamos por fin que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir y que fracasar y cometer un error enorme es mejor que no haberlo intentado.

A veces palabras como valiente y cobarde, antónimas absolutas cuyo significado se aleja hasta los extremos de un segmento imaginario, se tocan, se acarician, se hacen amigas. Intiman de tal manera, empatizan tanto que llega un día en que no sabes quién es quién. Es entonces cuando lo más valiente es ser cobarde y lo más cobarde es ser valiente, y es en ese momento cuando todo se vuelve del revés y ya nada es lo que parece. Lo malo y lo bueno van de la mano y lo correcto e incorrecto saltan a la comba, lo verdadero y lo falso nadan juntos en una piscina donde lo real y lo imaginario se divierten haciéndose aguadillas.

Y, es que ese calor insoportable me llena los pulmones de aire inflamable. Arde a 451 grados Fahrenheit como ese papel que ya no se llenar con letras. Así que hoy dejaré que ese grillo que me mantiene insomne desaloje mi corazón y abriré la ventana para que salte, tengo una piscina llena para él donde por fin ese cri cri insoportable se perderá.

Y esta que escribe a veces se pierde pero siempre que la necesitas está detrás de ti para colorearte las pupilas con acuarelas o contarte los lunares. Recuerda que para encontrarla sólo tienes que seguir las flechas. No es una valiente pero le encantan las casualidades. Siempre que quieras ella te invita a bailar encima de la cama y a comer bizcocho de chocolate. Si la encuentras, si te quedas...

miércoles, 20 de febrero de 2013

Kurt.


En un día como hoy es imposible escribir sobre algo que no sea Kurt Cobain ya que tal día como hoy hubiese cumplido 46 años y, por supuesto no puedo sino desearle un feliz cumpleaños al ángel más rockero del cielo.

¿Mito o juguete roto? Qué más dará, lo único cierto en todo esto es que consiguió marcar un antes y un después en el mundo de la música y marcó la vida de millones de personas, tanto para bien como para mal. Persona inmensamente creativa, genio de la pintura y de la música, pero ante todo, un gran incomprendido por toda la gente que le rodeaba  que no fueron capaces de percibir todo lo que Kurt estaba necesitando.

¿Estrella excéntrica del Rock? No, más bien una persona llena de problemas desde la infancia que se fueron agravando y acentuando con el paso de los años y con su adicción a las drogas, pero no por ello era una persona que no sufriese y no sintiese el peso de la fama.

¿Suicidio o asesinato? Eso ahora ya no importa, lo único importante es que la música perdió a una de sus figuras más emblemáticas, el hecho de que fuese un asesinato o que se suicidase no cambia nada de todo esto, simplemente sigue alimentando su mito y haciendo que, a día de hoy, sea la persona muerta que genera más dinero. Pero tal y como él decía"es mejor quemarse que arder lentamente"

Pero sin duda fue muy importante para muchas personas, yo misma pasé mi adolescencia navegando en su mente y tratando de entender toda esa confusión. Recuerdo como Óscar pasó años mitificándole y adorándole hasta que, paradójicamente, tuvo un fin parecido al suyo.

Kurt Cobain no era un gran cantante, ni siquiera era muy expresivo pero tenía algo que atrapaba a cualquier persona que se parase a contemplarlo. A mi me encantaba gritar con él en cada tema y sumergirme en su mundo confuso. Kurt era todo talento y tenía una personalidad terriblemente enigmática cubierta por una densa cortina de humo,aunque a día de hoy esa cortina ya no esconde nada.

domingo, 10 de febrero de 2013

Confesiones


Me gusta la gente auténtica, aquella que no se avergüenza y no titubea a la hora de defender sus ideales y sus aficiones, la gente con personalidad, aquella que es fiel a su forma de ser, pero que aún así no deja de sorprenderte. Me gusta la gente que no duda de si misma, que está orgullosa de como es. En cambio no soporto la gente que se mimetiza con los otros, que adoptan sus gustos y su manera de actuar y de pensar, que no tienen personalidad propia, ese tipo de personas carecen de interés para mi. 

No soporto la gente que va por mitad de la acera cuando no hay sitio para pasar ni por la derecha ni por la izquierda. Me gustan los miradores y los acantilados. Me da miedo tener miedo. Me gustan los manteles de cuadros rojos y blancos. Me gustan las colonias frescas y dulces. Me gusta cuando una persona tiene olor propio o cuando alguien pasa por tu lado y su olor te resulta familiar. Adoro las nubes. Me gustan los recuerdos y las fotografías. Se me da bien psicoanalizar a las personas pero no se me da bien psicoanalizarme a mi misma. Me encanta pasar las tardes de domingo viendo series. Me gustan las ironías y los mensajes subliminales. Odio las demagogias. No suelo recordar lo que sueño, se desvanece poco a poco conforme intento recordarlo por la mañana. Jamás podría dormir con alguien que lleva calcetines. 

Me gusta la originalidad de los detalles. Odio la gente elitista. Adoro las noches a la luz de las velas. Me encanta que me hagan reír. Detesto ese nudo en la garganta que se hace justo antes de romper a llorar. Me gusta la gente sensible. Me gusta ver fotos de mi infancia, ojalá esa inocencia estuviese intacta para siempre. Detesto la navidad y mucho más desde que tú no estás. Odio las primeras impresiones erróneas. Si tengo los pies fríos no me puedo dormir. Mirar el mar me relaja mucho. Soy cabezota. Siempre me cuesta aceptar que las cosas no son siempre como las imaginas. No llevo pendientes pero en cambio adoro los piercings. Me gusta ver gente enamorada por la calle, sobre todo parejas de mayores de la mano. Bebo té a todas horas. Me gusta saber los diferentes puntos de vista desde los que se pueden ver las cosas.

Suelo tropezarme dos veces en la misma piedra. Soy realista. Me encanta aprender a reírme de mi misma. Nadie es feliz viviendo el sueño de otro. Adoro tener las ventanas abiertas y sentir el aire, sea verano o invierno. Me gusta no tener que hablar para entenderme con alguien. Me gustan las piscinas sin agua y los sitios abandonados. No me gustan las cosas sobrecargadas. Adoro pasar el domingo en pijama. Me gusta tener razón. Me gustan los días de viento, pero sólo cuando no me importa despeinarme.

Me gusta pasear por la calle cuando llueve y llevar la música a tope en el iPod. Me gusta desahogarme llorando. Me gustan los autos de choque. Me gusta cuando no haces planes y ese día se convierte en uno memorable. Me encanta Londres. Me gustaría visitar Australia. Me gustan las fiestas de los pueblos, sobretodo las del mío. Me gusta ser independiente. Adoro la gente con cultura. Me encanta pasar las tardes de invierno en el pueblo mirando la chimenea. Me gustan las casas antiguas de techos altos. Me encanta perderme en las calles. Me encanta estar sola pero detesto sentirme sola. 

Al fin y al cabo no soy más que un cúmulo de imperfecciones.

sábado, 9 de febrero de 2013

Recuerdos



A los 15 supe toda la verdad que yo nací para volar, a los 18 eramos extraños dos tipos locos de par en par, luego fue la fiebre de los 20 años romper con todo me balanceaba sobre los tejados. Nunca fui la dulce niña de tus ojos, nunca de nadie dueña de todo, de lo imposible, de lo irreal. La melancolía es un licor bien caro, no te has dado cuenta y ya te ha emborrachado.

Se van las últimas luces, se van y tu estás ausente, se van por siempre pero a pesar de todo sigo aquí... siento que te extraño.

viernes, 8 de febrero de 2013

Promesas



Hoy me he levantado con esta canción en mi cabeza y automáticamente me transporta a los paisajes que rodean Calatayud, recuerdo aquella primavera cantando esta canción con lágrimas en los ojos y, hoy es el día en que tiene que volver a mi mente. Debo ser capaz de reaccionar porqué estoy totalmente paralizada.


Prometo no mandar más cartas ni pasar por aquí
Prometo no llamarte más y no inventar ni mentir
Prometo no seguir viviendo así, prometo no pensar en ti
Prometo dedicarme sólo a mi.
Prometo que a partir de ahora lucharé por cambiar
Prometo que no me verás que no voy a molestar 
Sabes que lo digo de verdad, que no voy a fallarte en nada
Que tengo mucha fuerza de voluntad que no te fallaré en nada.

Y el aire que me sobre alrededor, y el tiempo que se quede en nada
Nunca más escucharé tu voz de energía nunca liberada
Promesas que se perderán en estas cuatro paredes
Como lágrimas en la lluvia caerán

Siempre que tengo sueño y no puedo descansar
Invento más de mil palabras y busco una verdad
Intento que suenen de forma genial, intento que no digan nada
Nada es siempre toda la verdad, nada significa nada

Promesas que no valen nada nada nada nada....

¿Dónde estábas entonces cuando tanto te necesité?

miércoles, 6 de febrero de 2013

...



Ojalá estuvieras cuando no quiero que estés, ojalá no estuvieras en mi cabeza y ojalá estuviera yo en la tuya. Ojalá, ojalá.... y de ojalás no se vive. Yo te invité a un baile de miradas perdidas pero tú no lo aceptaste.

lunes, 4 de febrero de 2013

Esperando un milagro



Cada día siento más que estoy en una encrucijada, mi corazón me pide una cosa pero mi mente me pide otra, siempre suelo escucharlos a los dos, pero creo que esta vez tendré que hacer caso sólo a la razón.

Lo he visto todo y ahora se de lo que hablo, he sentido la amargura y el dolor y ahora mi alma sigue cambiando como el tiempo, pero aquí lo único constante es la lluvia. He descubierto que tus intenciones son blancas o negras, aquí no hay sitio para las tonalidades grises. Nunca pedí que me conformaras, simplemente te rogué que te quedaras. Aún sueño con que podamos estar juntos y que aún puedo abrazarte, recuerdos tuyos rodeados por tu luz, pero esta vez no me puedo volver a derrumbar. No merezco ser descubierta y tampoco merezco saber que te importo.

Esta noche he esperado a que volvieses, pero tengo que mentalizarme que tu amor simplemente ha desaparecido, aún así espero en la oscuridad a que suceda un milagro... pero los milagros nunca suceden aquí.