En un día como hoy es imposible escribir sobre algo que no sea Kurt Cobain ya que tal día como hoy hubiese cumplido 46 años y, por supuesto no puedo sino desearle un feliz cumpleaños al ángel más rockero del cielo.
¿Mito o juguete roto? Qué más dará, lo único cierto en todo esto es que consiguió marcar un antes y un después en el mundo de la música y marcó la vida de millones de personas, tanto para bien como para mal. Persona inmensamente creativa, genio de la pintura y de la música, pero ante todo, un gran incomprendido por toda la gente que le rodeaba que no fueron capaces de percibir todo lo que Kurt estaba necesitando.
¿Estrella excéntrica del Rock? No, más bien una persona llena de problemas desde la infancia que se fueron agravando y acentuando con el paso de los años y con su adicción a las drogas, pero no por ello era una persona que no sufriese y no sintiese el peso de la fama.
¿Suicidio o asesinato? Eso ahora ya no importa, lo único importante es que la música perdió a una de sus figuras más emblemáticas, el hecho de que fuese un asesinato o que se suicidase no cambia nada de todo esto, simplemente sigue alimentando su mito y haciendo que, a día de hoy, sea la persona muerta que genera más dinero. Pero tal y como él decía"es mejor quemarse que arder lentamente"
Pero sin duda fue muy importante para muchas personas, yo misma pasé mi adolescencia navegando en su mente y tratando de entender toda esa confusión. Recuerdo como Óscar pasó años mitificándole y adorándole hasta que, paradójicamente, tuvo un fin parecido al suyo.
Kurt Cobain no era un gran cantante, ni siquiera era muy expresivo pero tenía algo que atrapaba a cualquier persona que se parase a contemplarlo. A mi me encantaba gritar con él en cada tema y sumergirme en su mundo confuso. Kurt era todo talento y tenía una personalidad terriblemente enigmática cubierta por una densa cortina de humo,aunque a día de hoy esa cortina ya no esconde nada.

No hay comentarios:
Publicar un comentario