Me levanto destemplada todas las mañanas entre excusas disfrazadas, aunque lo que me hace levantarme con energía es darte los buenos días a ti. Hace frío y tengo que abrir la ventana para ventilar todas estas inutilidades mentales aferradas antes de hacer la cama. No entiendo porqué últimamente no sueño despierta antes de dormirme, con lo que me gustaba hacerlo.
¿Por qué te engañas, si no hay nada más incomprensible que tú? Razonamiento inconexo, no quiero, no puedo, no debo, no antes, no ahora, no después. Nunca, por favor.
Y en la frontera entre el acuerdo y el desacuerdo, he incautado mis acciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario